Si el pasado es prólogo, la obsesión actual con el gasto deficitario keynesiano como estímulo desaparecerá, como siempre lo ha hecho en el pasado, tanto en este país como en otros lugares. Tal vez este sencillo artículo del Washington Post marque el comienzo del fin de la más reciente encarnación de este disparate fiscal.
Hace hoy tres años, el presidente Barack Obama firmó y promulgó como ley su paquete de estímulo de un billón de dólares, una medida que él prometió que salvaría o crearía tres millones de empleos para finales de 2010 y que impediría que el desempleo subiese más del 8%. Y aunque hoy el presidente probablemente alegaría que gracias a sus esfuerzos la economía de Estados Unidos está creciendo, no le crean. Se ha pronunciado el veredicto: La Obamanomía, o sea la economía a lo Obama, ha fracasado.
Ayer se publicó el presupuesto 2013 de la administración Obama y los expertos de la Fundación Heritage concluyen que es más de lo mismo: Propuestas trilladas, recicladas, sin ton ni son y que buscan favorecer a los grupos que la Casa Blanca prefiere, en el más puro estilo del capitalismo clientelista que el pueblo americano rehuye pero que la administración perpetúa. Aunque es un amplio documento sobre el que se hablará y debatirá mucho más, les queremos ofrecer la opinión de algunos de nuestros expertos sobre la propuesta presupuestaria presidencial. …
Las cifras de hoy sobre crecimiento del empleo son buenas noticias, son el equivalente de ganar una carrera con un bloque de concreto amarrado a una pierna. Por supuesto que uno puede llegar a la meta, pero podría haberlo hecho mucho más rápido si se hubiese desprendido del peso muerto. La economía de Estados Unidos está luchando por liberarse del peso muerto de la deuda, el gasto insensato, la incertidumbre, el exceso de regulación administrativa, los altos impuestos y un código tributario complejo y contraproducente.
No han faltado noticias sobre la educación en 2011. Desde el estallido de alternativas de la opción escolar hasta los excesos de la administración Obama en el alcance de sus decisiones, las historias más destacadas incluyen luces y sombras en lo que se refiere a asuntos relacionados con las escuelas de la nación.