Los tratados internacionales parecen una buena idea, especialmente cuando afirman proteger a las personas vulnerables. El problema es que Estados Unidos ya hace más que cualquier otro país por garantizar la igualdad de derechos de su pueblo y la ONU sólo quiere tener el poder de interferir en la legislación americana.
Los empleados federales (que como promedio trabajan al año un mes menos que los trabajadores del sector privado y están mejor pagados) están cabildeando para obtener aún mejores pagas.
Los sindicatos públicos saben que el Congreso está buscando el modo de recortar el presupuesto federal y están contando con que los van a dejar fuera del alcance de cualquier medida de ese tipo.
Eliminar los Twinkies. Obstruir el estacionamiento de las tiendas Wal-Mart el día de mayor venta del año, conocido como Viernes Negro porque el balance anual pasa de negro a rojo con las ventas extra. Molestar en un gran aeropuerto el día antes de Acción de Gracias. Si los sindicatos están tratando de ser más populares entre el pueblo americano, lo están haciendo realmente mal.