La tensión entre el control del gobierno y el mercado libre ha aumentado en todo el mundo, en particular, en los países desarrollados.
Al debilitar los logros obtenidos con esfuerzo años atrás con respecto a la libertad económica, la creciente carga del gasto gubernamental descontrolado sobrepasó, en muchos casos, los logros en la libertad económica conseguidos en otras áreas de políticas.
La libertad económica —la capacidad de los individuos de tener control sobre los frutos de su trabajo y la capacidad de seguir sus sueños— es central para la prosperidad en el mundo. Heritage y el Wall Street Journal miden la libertad económica estudiando sus principales pilares: el imperio de la ley, el gobierno limitado, la eficiencia de las regulaciones y los mercados abiertos. Cosas como los derechos de propiedad, no sufrir la corrupción, el gasto gubernamental, el libre comercio, las políticas laborales y la capacidad propia de invertir en negocios y poder crearlos son todos factores en la libertad económica de un país.