“Los Fundadores de América sabían que la libertad es algo más que solamente garantizar las libertades políticas. La verdadera libertad requiere libertad económica – la capacidad de beneficiarnos de nuestras propias ideas y trabajo, de trabajar, producir, consumir, poseer, negociar, e invertir según nuestras propias preferencias”.
El recientemente reelegido presidente de Ecuador, Rafael Correa, quiere que la gente sepa que está decidido a combatir la inflación haciendo frente a la “especulación”. Un noble objetivo, sin duda. Pero las armas elegidas por el presidente Correa (doctor en economía por la Universidad de Illinois) para esa batalla en realidad supondrán la condena de su campaña antiinflación.
Y seguramente él también lo sabe. Entonces, ¿por qué lo está haciendo?
Tener la esperanza de que todos los países estén de acuerdo con las posiciones de política internacional de Estados Unidos y de que voten en consecuencia es algo utópico, pues cada país tiene expectativas, principios y deseos diferentes a nivel internacional. Sin embargo, Estados Unidos podría defender sus posiciones de un modo más efectivo ante la Asamblea General, poniéndolas en relación con su ayuda exterior.
El pasado verano, la administración Obama dejó en mero cascarón la exitosa ley de reforma de la asistencia social de 1996, mediante la exención de sus requisitos laborales. Ahora el debate ha vuelto, pues varios miembros del Congreso están tratando de restablecer las reformas que ayudaron a muchas personas a salir de la pobreza.
Israel Ortega, editor de nuestra web Libertad.org, y José Sueiro, director de Metrodiversity.com, debaten todas las semanas en Telenoticias Washington. En este programa, Sueiro y Ortega verdaderamente dan una Batalla de Ideas. Hoy: El programa Head Start.