Recientemente, destacados demócratas así como un líder sindical han revelado públicamente sus inquietudes sobre Obamacare. Con su total implementación justo a la vuelta de la esquina, es probable que aumente el número de desertores de Obamacare a medida que la gente vaya siendo cada vez más consciente de sus devastadoras consecuencias.
Hay una buena noticia: el Congreso se está preocupando por tratar de arreglar nuestro fallido sistema de inmigración y la permeabilidad de nuestras fronteras.
La mala noticia es que quieren hacerlo mediante una solución que se parece un montón a Obamacare: el proyecto de ley integral de más de 840 páginas de la llamada “Banda de los Ocho”.
El nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha dejado claro que su reelección no marca una vuelta a los antiguos tiempos de corrupción y clientelismo cuando su partido (el Partido Revolucionario Institucional, PRI) y los sindicatos del sector público dependientes de este gobernaron México prácticamente sin oposición durante 70 años.
Con todo lo sucedido esta semana, poco tiempo hemos tenido para reflexionar que el lunes 15 de abril fue el Día de la Declaración de Impuestos, fecha límite para que los americanos paguen sus impuestos correspondientes al año anterior. También esta semana, el jueves 18 de abril, fue el Día de la Liberación Fiscal que marca la fecha en la que, como nación, hemos trabajado hasta ganar finalmente el dinero suficiente para pagar la factura de todos los impuestos locales, estatales y federales del año.