Aunque Europa necesita soluciones, desde luego que no debería estar mirando al presidente Obama en busca de respuestas. Durante su mandato, el desempleo ha subido, más gente está desempleada durante más tiempo, los precios del combustible son más altos, el costo del seguro médico ha aumentado, la deuda nacional es mayor, el gasto federal se ha incrementado, más americanos necesitan estampillas de comida, los costos de los regímenes reguladores son mayores, el valor de las casas ha descendido, la recuperación económica de Estados Unidos es históricamente lenta y aunque el gasto federal en educación ha aumentado, los resultados siguen igual de planos.
La demanda de Notre Dame es una de las 12 demandas presentadas ayer por 43 demandantes contra la regulación de Obamacare. Además, otras instituciones ya han presentado demandas en busca de la protección de la libertad religiosa. Los demandantes que han emprendido acciones judiciales contra el mandato de Obamacare incluyen instituciones católicas, instituciones protestantes, dueños de negocios que son religiosos y varios gobiernos estatales.
China no es el único gobierno comunista que se interpone a la libertad. Muy cerca de los Cayos de la Florida, el régimen de Castro continúa manteniendo un férreo control sobre el pueblo cubano. Ayer se cumplieron los 110 años de la independencia de Cuba, pero tristemente 53 de esos años han transcurrido bajo la dictadura de los Castro.
Irán continúa con el tira y afloja en lo de sus programas nucleares y sigue adelante a pesar de las cinco resoluciones en contra del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su postura antioccidental, su tradicional respaldo al terrorismo y sus genocidas amenazas contra Israel precisamente son por lo que no se le debería permitir que adquiera armas nucleares.
El activista Chen Guangcheng y su familia más cercana ya están fuera de China. Es una buena noticia y la administración Obama merece reconocimiento por hacerlo posible. La República Popular de China es una nación autoritaria y, sí, “comunista”. Esta China es la realidad de cada día para Chen. Y es una realidad brutal para muchos cientos de millones más. Las relaciones entre Estados Unidos y China nunca serán normales mientras el régimen chino sea como es.
Como muestra El Gráfico de la Semana, el Plan de Heritage busca reducir el gasto, arreglar la deuda y restaurar la prosperidad. Lo mejor es que lo hace sin subirnos los impuestos. Bastante pagamos ya. Para Salvar el Sueño Americano nos baja los impuestos y frena el gasto desbocado que nos está llevando a la ruina. Pero además de ser un plan de naturaleza económica, “tiene un propósito moral más alto. Si los derechos a beneficios no se reforman, la próxima generación y las futuras tendrán que pagar tasas de impuestos punitivos que pondrán fin a la libertad como la hemos conocido”.