El servicio de corres podría continuar como una institución obsoleta y politizada, condenada a la extinción. O bien, podría convertirse en un dinosaurio a cuenta del contribuyente existiendo gracias a miles de millones en fondos del contribuyente cada año. ¿O se le permitirá reestructurarse e innovar, dándole una oportunidad para encontrar un lugar en la economía de hoy en día? El Congreso debería respaldar la tercera opcióny darle al Servicio Postal una oportunidad de salvarse a sí mismo (y a los contribuyentes) del desastre. Eso significa permitir que el Servicio Postal adopte reformas, no frenarlo.
Si la mano de obra de alguien produce en torno a $8 la hora, ningún empleador lo contratará por más de esos ocho dólares. La empresa perdería dinero y pronto tendría que cerrar. Subir el salario mínimo hasta $9.80 la hora, como el senador Tom Harkin (D-IA) sugiere, pondría a muchos trabajadores sin experiencia fuera del mercado laboral.
Así que cuando Armendáriz habló de “crucificar” a las compañías petroleras y gasíferas, no fue una sorpresa. Su crimen fue decir lo que el resto de la administración Obama (incluido el presidente) ha estado pensando y haciendo todo este tiempo. La semana pasada, Armendáriz se disculpó y calificó sus comentarios como “una manera ofensiva e imprecisa de reflejar nuestras iniciativas para tratar las potenciales violaciones de las leyes medioambientales de nuestra nación”. De hecho, aunque sus palabras fueron gráficas, también fueron demasiado acertadas pintando la situación. La administración Obama tiene una obvia agenda política que no se centra en hacer cumplir las normas, sino en atacar de forma vengativa a una industria que no se adecúa a su agenda verde, incluso aunque los americanos dependan de las compañías petroleras y gasíferas todos y cada uno de los días.
Para la mayoría de los americanos está muy claro que Washington está en la ruina y que está gastando el dinero muy por encima de las posibilidades del país. De hecho, el domingo hará tres años desde que el Senado de Estados Unidos aprobó por última vez un presupuesto. Poner en orden la economía de la nación claramente no es su prioridad. Pero exactamente ¿cuán grave es la crisis de gasto del país? La Fundación Heritage le da la respuesta en su recién publicado El Presupuesto Federal en Gráficos (2012).
De muchas cosas se está hablando en estos días: De préstamos estudiantiles, del Servico Secreto, de las boberías que dice el vicepresidente Biden y hasta de perros. De todo, menos de las finanzas de la nación. Y es que están en un estado terrible. Como nos comenta el analista de Heritage, Mike Brownfield: El día 29 de abril marcará los tres años durante los cuales el Senado de Estados Unidos no ha aprobado ningún presupuesto, un asombroso abandono del deber, particularmente dada la deuda de cerca de $16 billones del …