Por si se lo perdió, ayer tuvo lugar una representación increíble en el Senado de Estados Unidos. Los progresistas dieron un espectáculo típico de un año electoral, alentados por el mismísimo presidente Barack Obama, y con el que intentaron imponer mayores impuestos sobre la industria petrolera como castigo por sus ganancias mientras que los precios del combustible están en su máximo histórico.
Pero sea que ratifique o derogue Obamacare, todo o en parte, la Corte no tiene la última palabra sobre este tema. Esta recae en última instancia sobre el pueblo americano, a través de sus representantes en el Congreso, para que decidan el futuro de la atención médica en Estados Unidos y si el gobierno federal actuará dentro de sus límites constitucionales. Obamacare debe ser totalmente derogada.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) acaba de publicar una nueva norma para regular las emisiones de CO2 en las centrales eléctricas, lo que en la práctica prohibe nuevas centrales eléctricas con carbón, ya que sus estándares de emisiones son demasiado bajos para que los puedan cumplir las instalaciones convencionales que usan carbón.
El plan Para Salvar el Sueño Americano de la Fundación Heritage ofrece un plan de acción que todas las propuestas presupuestarias deberían seguir: Cambiar y simplificar el código tributario, reducir el gasto burocrático y regulador así como comenzar a reformar Medicare, el Seguro Social y Medicaid, de modo que aquellos que más lo necesiten puedan contar con ellos. Es una buena señal que las voces conservadoras en Washington estén proponiendo ideas para ayudar a impedir el desastre fiscal de Estados Unidos. Ahora es el momento de que el Congreso obre en consecuencia.
Los magistrados de la Corte Suprema estarán escuchando durante estos días los argumentos sobre la constitucionalidad de la ley de salud firmada por el presidente hace un par de años. Esta ley conocida como Obamacare altera por completo la relación Estado-ciudadano y son varios los motivos por los que ha sido llevada ante los tribunales.
La Corte hoy escucha argumentos orales sobre uno de los temas más importantes de los últimos 65 años: Saber si la Constitución faculta al Congreso a exigirles prácticamente a todos los americanos que compren u obtengan seguro médico. La respuesta a esa pregunta determinará si el Leviatán federal de verdad sigue siendo un gobierno limitado, con poderes enumerados o si la división de poderes entre el gobierno federal, por un lado, y los estados y el pueblo, por el otro, por fin ha sido borrada. En resumen, el argumento de hoy va al corazón mismo de nuestra república “federalista”, enfrentando a dos visiones radicalmente diferentes sobre el papel del gobierno nacional en nuestras vidas.