La Cámara está en una esquina. El presidente está en otra. Pero los senadores marcaron tarjeta y se fueron de vacaciones a casa en vez de atender los asuntos del pueblo y alcanzar un compromiso. Aunque el presidente Obama querría que creyésemos que la culpa reside en la Cámara, es el Senado el que no ha cumplido su cometido. Y por el bien del pueblo americano, deberían volver a Washington y ponerse manos a la obra para alcanzar un acuerdo.
Este gráfico se vería muy distinto si se aprobara el plan de reforma fiscal de la Fundación Heritage. Ese plan, que forma parte de la propuesta Para Salvar el Sueño Americano: El Plan de Heritage para arreglar la deuda, reducir el gasto y restaurar la prosperidad, establece una tasa única y baja para las personas y reemplaza todos los impuestos federales sobre ingresos, impuestos sobre la nómina, el impuesto a la muerte y la mayoría de impuestos especiales.
El código tributario de Estados Unidos necesita ser reformado, pura y simplemente. El actual sistema fiscal desalienta el ahorro, la inversión y el espíritu emprendedor. Es un freno a la productividad, el crecimiento del empleo, la competitividad internacional y los salarios. Es complicado más allá de lo imaginable y eso tiene que cambiar. La buena noticia es que hay una solución que puede constituir el fin del complejo código tributario americano de una vez por todas: El “Nuevo impuesto único”(flat tax) de la Fundación Heritage.
Una compañía de California ha sido contratada para proporcionar 450,000 galones de biocombustible avanzado a la Marina de Estados Unidos –la “mayor compra de biocombustible en la historia del gobierno”, según indica la Marina misma– por un valor de $15 el galón, lo que es aproximadamente cuatro veces el precio de mercado del combustible convencional de aviación.