Heritage ha creado su propia versión de “Julia” titulada Una mejor vida para Julia y en ella muestra cómo las personas se beneficiarían con reformas conservadoras como las del plan Para Salvar el Sueño Americano de la Fundación Heritage. La visión conservadora del futuro de Julia es una que faculta al individuo, no una que une sus éxitos a la expansión del gobierno federal.
En el tiempo que ha estado en el cargo, el presidente Obama ha hecho algunas propuestas y ha tomado algunas decisiones realmente malas sobre la política de energía y los americanos están pagando un alto precio por ellas, en mayores costos energéticos, en dólares de impuestos malgastados o bien en empleos que se han perdido por el camino. Para aquellos que no sigan la actualidad día a día, hemos recopilado una lista con las diez peores políticas de energía del presidente:
Haciendo profundos recortes en defensa no es la forma de mantener la ventaja ante los rivales ni defender a la nación. “Las civilizaciones mueren por suicidio” decía el historiador y filósofo británico Arnold Toynbee. ¿Será que estamos transitando ya este camino? En la Fundación Heritage seguimos siendo tan optimistas como siempre y creemos en la fortaleza de los valores americanos. Por eso hemos ofrecido una solución en el Plan de Heritage: Para Salvar el Sueño Americano.
El pueblo americano no está y no debería estar satisfecho con un 8% de desempleo, con una economía que apenas avanza y con una crisis fiscal inducida por el gasto que sigue sin resolverse. La economía de Estados Unidos tiene un gran potencial que sólo está esperando a verse liberado. Con las normativas correctas (como las propuestas en el plan Para Salvar el Sueño Americano de la Fundación Heritage) Estados Unidos puede solventar la crisis de la deuda nacional, reducir el gasto público y conseguir que la economía vuelva a su curso.
Las subidas del precio de la electricidad tienen verdaderas consecuencias humanas, algo que los responsables políticos harían bien en tener en mente a la hora de tomar decisiones. Las continuas iniciativas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para debilitar la industria del carbón de Estados Unidos tienen consecuencias que son muy reales.