Obamacare, un caso que toca el núcleo de la Constitución y cuyo resultado podría alterar de forma fundamental el papel del gobierno federal y su poder sobre el pueblo. Y hoy la Corte hace justamente eso al abrir sus puertas y comenzar a sopesar los argumentos sobre la constitucionalidad de la importantísima ley de salud del presidente Barack Obama.
En Libertad.org hemos mantenido informados a nuestros lectores sobre lo que conlleva esta ley y las repercusiones que tendría en la forma constitucional de gobierno de la nación. Desde el principio tenía mala pinta el plan progresista del presidente pero ha resultado ser peor aún de lo que nos temíamos.
Hace hoy dos años, el presidente Barack Obama ponía su firma para promulgar Obamacare, una ley de 2,700 páginas que alterará radicalmente el sistema de salud de Estados Unidos y sembrará el caos en aspectos como costos médicos, calidad de la asistencia y los derechos fundamentales de un modo que está más allá del alcance de nuestra imaginación.
El presidente Obama usa un lenguaje del tipo “sí a todo”, pero sus acciones son muy reveladoras. Más que darse a sí mismos un “excelente” por los precios del combustible y burlarse de sus oponentes, la administración Obama debería acelerar inmediatamente los procesos de permisos y arriendos, eliminar los riesgos de litigios, reformar los regímenes reguladores punitivos y dejar de botar miles de millones en dinero del contribuyente en compañías quebradas como Solyndra y encima llamarlo solución.
Muchos interpretaron la campaña Kony 2012 como un burdo intento para conseguir que Washington haga algo. Enviar a los marines a perseguir a unos cuantos cientos de seguidores de Kony en el Congo no es el mejor (o siquiera un apropiado) uso de las fuerza armadas de Estados Unidos. Por otro lado, existen muchos lugares por el mundo donde los americanos pueden marcar la diferencia: no dando una limosna sino ayudando a facilitar a los que quieren procurarse a sí mismos libertad, seguridad y prosperidad.